Catalina García González

Fue la primera mujer española en obtener el carnet de conducir, primera conductora de autobuses y primera mujer en obtener una licencia para el establecimiento de una línea de autobuses.

Nace el 14 de abril de 1888

Puebla de Lillo
León

Por Consuelo Fernández Diaz  (Cuarto Propio en Wikipedia)

Catalina García González nace en Puebla de Lillo, núcleo de población perteneciente a la montaña oriental de León, en el área denominada en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, es la hija menor de cuatro hermanos del matrimonio formado su padre Baltasar García, era un Guardia civil de Rioseco de Tapia, y su madre Juliana González , era ama de casa, de Puebla de Lillo.

 

Comenzó a trabajar desde muy joven ayudando en la casa familiar desde los 14 años (1902), se dedicaba a bajar a lomos de su caballo cargamentos de truchas, para facturarlos en los Ferrocarriles del Norte en La Robla, con destino a sus clientes en Madrid.

 

Aprobó el examen de conducir en 1925, y se convirtió en la primera mujer española con carnet de conducir, en esos años la mujer necesitaba el permiso marital para poder acceder al examen y un certificado de buena conducta expedido por la Alcaldía de la localidad de residencia.

 

Catalina García fue madre de seis hijos.

 

Catalina García compaginó su trabajo como conductora de autobús con el de la pensión familiar, Casa Catalina, ella conducía el bus y regentaba la fonda, cuyas doce habitaciones eran frecuentadas, sobre todo, por los trabajadores de las minas de talco de San Andrés. Su marido trabajaba en la mina y cuidaba del ganado, una economía mixta propia de los pueblos en las zonas de montaña.

 

Catalina en fue, conductora, cartera, madre de seis hijos, recadera de todos los vecinos y regentaba la fonda. Murió en 1959

Catalina García se inicia en el transporte en 1908 estableciendo un servicio de línea Cofiñal–Puebla de Lillo –Boñar, que realizaba en su coche de caballos con cabida para cuatro-cinco pasajeros, iniciaba el viaje por la mañana y regresaba por la tarde.

Una vez conseguido su carnet empieza a conducir un coche Ford T de matricula LE-934, comprado, de segunda mano, por su marido tres años antes. Su segundo coche sería un Hispano Suiza de matricula LE-1634, apto para el transporte de pasajeros.

Línea de autobuses

 

Catalina García obtuvo la concesión de una línea de buses, a cambio de la licencia, debía ejercer de cartera —sin remuneración— en las localidades que atravesaba la ruta, cuyo destino era Boñar, La ruta atravesaba en su viaje 21 pueblos pertenecientes a cuatro ayuntamientos: Puebla de Lillo, Vegamián, Reyero y Boñar. El autobús hacía cuatro viajes diarios, a las siete y media de la mañana salía el primer viaje para de Cofiñal a Boñar, y regresaba con el correo antes de la hora de las comidas y a las tres de la tarde partía de nuevo para llegar al tren y de nuevo regresaba antes de la hora de las cenas.

 

Conseguir la concesión de la línea no fue tarea fácil, pues tubo que batallar con la concurrencia de otras empresas del sector, que aportaban experiencia. Su insistencia en conseguir la línea regular de autobuses Puebla de Lillo a Boñar no lo logró, pues ésta fue concedida y otorgada a la Empresa Fernández. «Como era decidida y valiente, no se dio por vencida y se la tuvieron que otorgar, si bien la suya partía de Cofiñal, un pueblín de montaña a seis kilómetros del suyo».

 

En el libro Pioneras y leonesas,de Fulgencio Fernández Fernández explica que, pese a los trámites realizados y las tasas abonadas, la ansiada concesión del transporte de viajeros entre, su pueblo, Puebla de Lillo y Boñar se retrasaba. ¿El motivo? «Competía por ser titular de aquella ruta con otras empresas de hombres, pero no se rendía fácilmente. Lo peleó tanto que se llegó a una solución salomónica: se creó otra línea, la Cofiñal-Boñar, para no importunar demasiado a los más poderosos y permitir que Catalina hiciera valer los derechos que le asistían».​

 

Catalina García está reconocida como una de las mujeres pioneras en el mundo del motor

Han escrito los periodistas y escritores leoneses:

 

Como escribe el periodista Isaías Lafuente, refiriéndose a Catalina, el libro Agrupémonos todas. La lucha de las españolas por la igualdad :

"En aquella España de 1925, ver a una mujer al volante de un automóvil era un hecho infrecuente. 
Y ver a una mujer conduciendo un autobús de pasajeros [en 1928] era, sencillamente, algo que no había sucedido nunca".

Isaías Lafuente en su libro Agrupémonos todas, reconoce el valor y la importancia de Catalina García en la montaña oriental leonesa y uno de los capítulos lleva el título de: Catalina llevó el progreso, En 1948 vendió la empresa a F López, (Empresa López). A pesar del cambio de nombre, las gentes del lugar seguían llamando al autobús de línea “el coche de Catalina”.

 

El periodista Fulgencio Ferández ha recogido numerosas anécdotas, como cuando donde recuerda que le daba el pecho a uno de sus hijos durante el trayecto, ésta y otras muchas dan cuenta de la dureza de un recorrido por la montaña leonesa, y han sido recopiladas en dos libros.

 

Fulgencio Fernández, autor de libros, publicados por El Mundo-La Crónica de León y La Nueva Crónica, escribe:

 

"El silencio en el que vivieron mujeres tan sacrificadas no se corresponde con el recuerdo que dejaron. 
En su caso, su huella es imborrable: la fonda de Catalina, el bus de Catalina y, por supuesto, Catalina".


		

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